Para dejar de soñar que un día te a va alcanzar para todo lo que quieras, comienza a cuidar el dinero con estos consejos que también te van a ayudar a quitarte de preocupaciones y además vas a lograr que te sobre dinero para comprarte una casa, un auto o viajar.
El objetivo es que después de pagar tu hipoteca, renta, colegio de tus hijos, comida y uno que otro gustito, puedas tomarte un café sin pensar en cada trago cómo va a quedar tu presupuesto después de pagar la cuenta.
Eso si, cada peso que entra a tu bolsa, cartera o cuenta de banco debes reportarlo al SAT en tus declaraciones mensuales. Si no lo quieres hacer tú, déjaselo a Heru, pero hazlo porque si no las autoridades podrían pensar que ocultas ingresos ¿cómo? tus estados de cuenta bancarios son documentos con reconocimiento fiscal, por lo que fácilmente podrían observar tus movimientos y caerte en la movida.
Cuando no tenemos la costumbre de llevar un control de nuestras finanzas es muy difícil empezar, pero no es imposible. Solo basta que seamos súper estrictos y ordenados para dar el primer paso. Sigue estas reglas de oro para que en un corto plazo empieces a ver resultados.
Crea un formato de presupuestos donde lleves control de tu dinero. Comienza por los gastos fijos son todos aquellos que sí o sí debes hacer: renta, hipoteca, luz, agua, teléfono, internet, plan de celular, gas, mantenimiento, gasolina, por decir algunos.
Todos ellos son los que debes cubrir, por lo que deben ser lo primeros en tomar en cuenta, porque sin ellos no puedes vivir... o sí, pero a oscuras, sin bañarte, desconectado y sin la posibilidad de preparar comida.
En la lista agrega algunos gastos variables, porque también se vale divertirse. Agrega un aproximado de lo que podrías gastar en salidas o compras planeadas. Identifica bien los lugares a donde te gustaría ir y considera un extra por cualquier eventualidad o salida que no esperabas.
Algunos conceptos que puedes incluir en esta lista son comidas, salidas al cine, ropa nueva, suscripciones (ajá, sin ellas puedes vivir, así que piensa bien con cuáles te quieres quedar)
Finalmente pero no menos importantes: el ahorro y el fondo de emergencias. Del dinero que te queda asigna un monto que se vaya directo a tu cuenta bancaria para tus ahorros. Está demás decir que no deberías tocar este dinerito por nada del mundo.
Por otra parte, deberías asignar también una cantidad para un fondo que sea el apoyo ante los imprevistos como accidentes o que no tengas los ingresos que esperabas.
Como recordatorio, cuando tienes un presupuesto lo ideal es que no improvises y te ajustes a tu lista de gastos. No más, sí menos. Una vez que te organizas con tu plan todo es más fácil porque siempre tendrás visibilidad de tus ingresos, así como de los gastos posible y te dará alivio ver que ya no pides prestado porque nunca gasta de más y que te puedes dar algunos lujitos más que antes ni imaginabas.
Lo más importante es que sepas que si llegas a tener más ingresos en algún momento, no aumentes tus gastos a menos que sea necesario. Es mejor destinar el dinero excedente a tu cuenta de ahorros o al fondo de emergencia.
Para que todo tu dinero esté a salvo y no venga de repente el SAT a tocar la puerta por lo que no le has reportado. Evita tener que pagar multas o que te congelen tus sellos digitales, lo que te impediría emitir facturas para recibir tus pagos por las apps que usas para trabajar.
Es mejor llevar la fiesta en paz y cumplir con las obligaciones fiscales, reportando todas los ingresos que tienes y facturando los gastos indispensables relacionados a tu actividad como anfitrión, repartidor o conductor.
Aprovecha el algoritmo con más de 4 mil conceptos deducibles que Heru tiene para favorecer tus saldos con el SAT de forma automática, sin que descuides tus ingresos. Lo mejor de todo es que con en la app tienes visibilidad total de tu historial fiscal desde tu celular.
Para llegar a este punto, es ideal no tener deudas, así que para terminar con ellas ponlas como un gasto fijo en tu plan, así siempre podrás disminuir la cantidad que debes.
Cuando ya no tengas deudas destina el dinero que antes pagabas a la cuenta de ahorros y así refléjalo en tu presupuesto. Verás que en muy poco tiempo tendrás más de lo que alguna vez pediste prestado.
Importante: ahorra y gasta después. De esta forma tendrás más seguridad financiera en el futuro, lo que te llevará a vivir en libertad económica.
Hay deudas buenas, son todas aquellas que adquieres para tener más riqueza. Considéralo una inversión. Por ejemplo, cuando pides un crédito hipotecario para hacerte de tu casa o departamento; al final del plazo de pago¡, digamos 15 años, tendrás una propiedad que aumentará su valor en adelante mucho más de lo que el banco te prestó.
Lo mismo pasa cuando solicitas un crédito para emprender y ser tu propio jefe. El punto es que tengas un plan de negocios bien pensado y que aguantes lo más posible hasta el punto de equilibrio, de ahí en adelante las ganancias vendrán solas.
Pero es muy importante que antes de adquirir alguna deuda tengas la información suficiente: intereses, plazos y cláusulas. Aprende a construir sin endeudarte y sobre todo recuerda que el dinero de un crédito NO es tuyo y que no pagarlo tiene consecuencias, como cuando no declaras impuestos correctamente.